martes, 28 de junio de 2016

SOLO QUIERO TRIUNFAR EN LA VIDA

Por: Manuel Alejandro León Velázquez.

Teléfono: 54-68-25-99

 

En una sociedad cerrada como la nuestra, existen pocas oportunidades reales para que la juventud alcance sus sueños, es por eso que la mayor parte de los que emigran son jóvenes y la población cada día envejece más y se reduce.

Este es el caso del Licenciado en Informática, Irvin Visora Sánchez, el cual trató de tener una conexión a Internet en su hogar desde la empresa donde trabajaba y lo pagó bien caro, su razonamiento fue el siguiente:

En esa época nadie tenía acceso a Internet y yo logré puentearla; realmente fue así y no lo niego. La tuve en mi casa, el Estado me descubrió y no pude tocar durante dos años una computadora.

Explicó que el hecho le costó su puesto de trabajo como Administrador de Redes, por lo que comenzó a sobrevivir en las calles. Cuenta que:

Tuve que hacer dulces, pizza, vender bocaditos y refrescos. En fin, hice cualquier cosa que estuviese a mi alcance para mantener a mi familia.

Otro joven, Milton Guillermo Zamora Martínez, Ingeniero Industrial, alega que también vio truncado su sacrificio para obtener un título universitario, debido a la falta de oportunidades laborales y hoy, apartado de su sueño, y trabajando en una panadería, solo piensa en abandonar el país aunque sea ilegalmente para lograr lo que se propuso al inicio de su carrera profesional.

Vale el riesgo porque imagínate, llevo 24 años aquí y es lo mismo.

Por su parte, desde su adolescencia, Geovanelis Betancourt López perdió a sus padres y tuvo que enfrentar la vida solo para tratar de alcanzar su ilusión, comentó:

Tuve que sacrificar mi juventud. Mi gran sueño siempre fue incursionar en el mundo de la música, pero no ha sido posible porque aparte de mi trabajo en la Campaña Anti-vectorial, hago otros trabajos extras como, por ejemplo, la albañilería. Todo para sostener a mi niño de 11 meses de edad y a mi esposa.  

pesar de su juventud, Geovanelis ya fue sancionado a dos años de trabajo correccional sin internamiento, por adquisición ilícita de carne de res.

Milton e Irvin, tuvieron que trabajar desde temprana edad para ayudar a sus familiares a costear sus estudios.

Milton explicó: “Desde los doce años de edad comencé a trabajar de noche en una panadería para ayudar a que mi familia me comprara mochila, zapatos y ropa para la escuela.

Irvin: “Estamos hablando de aquella época del período especial en Cuba. La situación era dura y eso me llevó a trabajar y estudiar al mismo tiempo.

n en el nuevo contexto político y con la visita del presidente norteamericano Barack Obama a la isla, Geovanelis se mostró convencido de que no ve la oportunidad de lograr su anhelado sueño dentro de su país.

Bueno, la oportunidad de que a los jóvenes cubanos se le  la ocasión para explotar su talento y salir adelante desarrollando lo que quieren, como sucede en Estados Unidos donde no se le troncha el camino a los emprendedores, realmente no la veo posible en esta sociedad.” 

¿Cuántos más jóvenes se podrían añadir a esta lista?  Son muchos los que piensan que su futuro no está asegurado dentro de la isla, que no pueden construir una familia, porque en primer lugar no tendrían ni donde vivir y saben que ni con un salario por encima de la media de los cubanos, podrían alcanzar sus sueños.

Guantánamo, 28 de junio de 2016.