jueves, 30 de mayo de 2013

Catorce años de prisión sin pruebas


Por: Rosa María Naranjo Nieves.

Oscar Lázaro Oliva Rodríguez, de la localidad de Cristino Naranjo, barrio Los Oliva, calle Sexta No.5 en el municipio de Cacocum, Holguín cumple 14 años de prisión, por dos delitos que alega no haber cometido.

El primero se refiere al asesinato de un primo segundo de Carlos Lage Dávila, de lo cual lo acusaron y condenaron en la causa 344-99. Al respecto él narra lo siguiente:

“En los días 22 o 23 de marzo de 1999 se desarrollaba una fiesta en el Círculo Social del Cristino Naranjo y yo compartía en el bar de esa instalación con mi novia, cuando en ese momento se fueron a las manos dos jóvenes, Ramón Góngora Hernández y Tomás Fernández “hijo”. Al parecer el motivo de la pelea era estar pasados de tragos. Tomás le dio un violento puñetazo a Ramón y este cayó de espaldas en el pavimento, se dio un golpe en la cabeza y perdió el conocimiento. Yo al ver la situación, traté de auxiliar a Ramón y lo llevamos en un carro hasta el policlínico, pero falleció a los 4 o 5 días. Pocas personas conocían que Ramón tuvo un accidente mucho antes y le habían tenido que poner un platino en la cabeza, cosa que le ocasionó la muerte”

“Me detuvieron, pero el propio Tomás declaró que yo no tenía nada que ver con el asunto y él era quien lo había golpeado y me soltaron, cosa que fue ratificada por los otros testigos, pero el padre de éste lo amedrentó, diciéndole que lo iban a fusilar y le hizo cambiar su declaración, diciendo entonces que yo lo había golpeado con un hierro, algo que todos los testigos negaron”.

Los testigos que estaban en el lugar de los hechos y que declararon que yo no tuve nada que ver con lo que pasó se nombran Hugo Pérez Valdés, Marbelis Ricardo, Irene Caballero Gordo, Gertrudis Pérez Tamayo y Rolando Osorio Gavilán, este último fue rechazado por el instructor asignado para el caso, aunque fue el que mejor pudo presenciar los hechos. En mi poder se encuentran las declaraciones de éstos”.

“El juicio se suspendió por tres o cuatro años por falta de pruebas, hasta que la madre del muerto, Elda Rosa Hernández Dávila, prima hermana del entonces vicepresidente del Consejo de Estado Carlos Lage Dávila, fue a La Habana y obtuvo mi condena. Mi padre, Oscar Oliva Hidalgo, se entrevistó con el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Delgado, que envió dos oficiales de la policía, los Tenientes Coroneles, Noel Blanco Aguilar y Eloy Fleitas Frías, que al finalizar sus investigaciones le entregaron una carta en la que decía que el tribunal que me había condenado no tenía todos los elementos para un veredicto final”.

“Tiempo después mi madre fue a la Fiscalía Provincial y el presidente de ésta, de nombre Roberto Marrero. le quitó la carta y le dijo que mientras el fuera jefe de la Fiscalía en Holguín no se haría revisión de la causa”.

“Hace un año y medio, cuando esperaba la libertad condicional, me dieron un pase de tres días cuando llegó a mi casa un amigo con su novia, que era amiga íntima de la madre del fallecido. Al poco rato salgo al camino y me topo con ella, la cual llamó a su hermano y le dijo que yo le había enseñado el pene, por lo cual me golpeó y me llevaron a la Fiscalía de Cacocum acusado de violación, sin haberla tocado, estar lesionada y sin un certificado médico. El tribunal me condenó a 5 años más”.

“Presumo que tengo un tumor en la garganta, pero los resultados de los análisis nunca aparecen. Me trasladaron para Guantánamo en lugar de dejarme en Holguín donde tengo mis padres, sin recursos para ir tan lejos. En 4 ocasiones, a pesar de que solo tengo 35 años, he intentado quitarme la vida pero los otros reclusos lo han evitado.

 

Holguín, 30 de mayo de 2013