jueves, 26 de julio de 2012

Declaración de La Reunión de La Nación Cubana por la Democracia

Por segunda ocasión en nueve meses la muerte -inesperada e inexplicable- sacude a la oposición cubana y cubre de luto a otras dos familias, en este caso la del reconocido opositor Oswaldo Payá Sardiñas y la de su joven colaborador Harold Cepero Escalante.
La escueta nota oficial publicada el día 23, más que esclarecer, creó dudas y sospechas por no ofrecer ningún pormenor que explicara los motivos por los que el auto en que viajaban se proyectara contra un árbol, que los cubanos murieran y que los extranjeros tuvieran heridas leves.
No se han podido conocer declaraciones de los sobrevivientes, que clarifiquen los pormenores.
En la misa del 24 de julio en la mañana, tanto la hija de Oswaldo, Rosa María Payá, como su esposa Ofelia Acevedo, además de agradecer las muestras de pesar y apoyo abrumadoras de la oposición, los diplomáticos, la Iglesia Católica y la población en general, reclamaron seguridad para la familia y pidieron justicia ante la sospecha de una acción criminal.
En este momento de dolor queremos brindar nuestra más firme solidaridad con la familia y miembros del Movimiento Cristiano Liberación y apoyamos su reclamo de una investigación. Entendemos que la misma debe contar con participación internacional, ya que por supuesto, el régimen no está en situación de decir la verdad.
Y es que a los oficiales, clases y miembros del Ministerio del Interior, se les inyecta –directamente en la corriente sanguínea- el odio contra la oposición interna y mientras más lejos se está de la capital la Ley que impera es incontrolable.
Es imprescindible que ante la opinión pública nacional e internacional se aclaren los hechos, los nombres de los responsables directos y de los que dieron una orden de esa naturaleza.
En esta hora en que el régimen se siente acosado y hundido –primero que todo- por más de medio siglo de errores y desidia- para lo cual ya no tiene solución, hay que impedir que siga descargando su furia y frustración sobre los opositores pacíficos y que ello continúe siendo práctica cotidiana.    

La Habana, 24 de julio de 2012.