lunes, 24 de mayo de 2010

A los niños leche sin pasteurizar

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   DSC01206.JPG   DSC01205.JPG  Usa guantes pero con ellos mismos cobra la leche y toca el dinero. Con este jarro que no se sabe si lavarán antes de cerrar o si lo dejan a merced de los insectos y roedores del establecimiento.

 

DSC01208.JPG Con un embudo plástico y en pomos traídos por el pueblo se distribuye la leche de los niños, no se usa tapaboca y los cuidados del pelo tapado y los guantes son por comenzar la actividad, dentro de un mes ya se podrá ver.


En el Reparto Cuatro Caminos, municipio capitalino del Cotorro, comenzó la distribución de leche directamente desde los “centros de ordeño”. Esta práctica es presentada como iniciativa del gobernante Raúl Castro y viene aplicándose en pueblos del interior del país desde hace un año aproximadamente, con esta idea pretenden “ahorrar” combustible aunque cause daños a la salud de ancianos y niños cubanos.


El régimen trata de “educar” a la población explicando que con solo hervir la leche en casa se resuelve el problema de los agentes patógenos, pero esto es un gran engaño; el proceso de pasteurización de los líquidos a granel es una de las prácticas industriales más compleja de la esterilización, precisamente por la gran cantidad de personal calificado y los estrictos controles que se necesitan para la producción de estos alimentos. 


Lo más importante no es la acción misma de hervir la leche, lo primordial en este proceso es el factor tiempo  y el cambio que hay que provocar a la temperatura; en el método (HTST: proceso batch) se calienta la leche hasta los 68 grados Celsius durante 30 minutos, seguidamente se le hace enfriar a 4 grados Celsius para evitar la proliferación de los organismos, este método es muy utilizado por los pequeños productores pues es un proceso lento que implica 2 horas total. En el proceso de flujo contínuo el alimento se mantiene entre dos placas de metal llamadas también intercambiador de calor, lo cual se realiza a la misma temperatura que en el proceso batch pero a mayor escala.

Estos principios básicos son violados por el gobierno cubano, quien como una papa caliente, soltó la obligación de pasteurizar la leche de los niños. En los hogares sólo se hierve la leche superando los 100 grados Celsius y se le deja enfriar retirándola del fuego, esta práctica es inadecuada, debido a la destrucción de vitaminas y a la alteración de las propiedades organolépticas, o sea, sabor y calidad.


No hay ninguna necesidad de prescindir de este proceso tan vital, más económico sería suprimir el combustible a los miles de camiones, autobuses, motocicletas y autos del ejército que circulan por toda Cuba; los autobuses destinados al turismo que transitan generalmente vacíos, consumen mucho más combustible que cualquiera de los camiones destinados a la distribución de leche.


Los caprichos de estos viejos dictadores son los que han llevado a la ruina al país y su economía, una barbaridad como esta, solo puede generarse en mentes como la de los Castro, el valor de unos cuantos litros de petróleo tienen más importancia que la salud de los cubanos, a pesar de la propaganda en materia de salud, la cual paga el pueblo con su duro trabajo, cobrando un mísero salario. Será cuestión de tiempo ver como irán apareciendo los casos de parasitismo en Cuba, que como siempre, el régimen presentará como otro de los ataques del imperialismo.

 

Ciudad de La Habana, 24 de mayo de 2010.

 


 

  

 

Sucesos narrados por el comunicador comunitario Eriberto Liranza Romero