jueves, 4 de febrero de 2010

siendo ciego y lo que me falta cuando me hagan el juicio




           

 

“Yo, Ramón Estrada Arceo, impedido visual (ciego) vecino de la calle sol No.126 entre Pedro Figueredo y Narciso López, Manzanillo, Granma, el día 6 de enero del 2010, encontrándome en mi casa, llegó en bicicleta, el sobrino de mi esposa, llamado Sanquiel Torres, pidiéndole de favor que me ayudara a ir hasta la parada del ómnibus, pues yo iba con un maletín y un bolso. Dadas las dificultades del transporte, como no podía tomar nada para moverme, le solicité que me hiciera el favor de llevar en su bicicleta mis pertenencias (50 paquetes de galletas dulce, 15 paquetes de galletas de sal, 17 maquinitas de afeitar desechables, 8 bolígrafos de diferentes colores, 16 repuestos de bolígrafos, 3 relojes digitales, 21 carreteles de hilo de coser, 1 paquete con 30 gomas de borrar, otro paquete con 9 a 14 gomas de borrar, 3 cajas de cigarros y 1 vaso plástico).


“La policía lo detuvo en el camino y yo acudí a la Delegación de Policía. Le manifesté al oficial de apellido Agüero, que el bolso, no era de su propiedad, y que a pesar de ser ciego, podía testificar lo que traía dentro. Me dijo que luego que el muchacho declarara lo soltarían”.


“Al otro día por la mañana tuvo que presentarse nuevamente y yo fui con él, le exigieron debía firmar una multa por 1000 pesos cubanos a pagar en 3 días, pues de lo contrario iría preso. Manifesté mi desacuerdo, pues no era del muchacho el paquete, sino mío


“Solicité hablar con Benítez el Jefe de la Policía, el que me dijo que a pesar que el bolso era mío, al muchacho le iban a multar, pues él podía pensar que el muchacho me daba la mercancía y que yo podía si quería reclamar a la Fiscalía”.


“Allí me dirigí y me atendió el fiscal Jorge, informándome fuera al otro día y al volver me enviaron con el investigador de la policía. El fiscal Jorge le dijo al muchacho que a él no lo multarían y preguntó por qué a mi no me habían tomado declaración.”


“Ya en la policía me tomaron declaraciones, me multaron a mí, con 300 pesos cubanos, no teniendo en cuenta que soy ciego, con una asistencia social de 147 pesos cubanos mensuales. Mis padres viejos y enfermos, incluso mi mamá con la amputación de un seno y a pesar de mis limitaciones, echo pie en tierra por ellos.  Como no estuve de acuerdo, me planteó que tenía que esperar juicio en el Tribunal. “Acudí a Tania para que todo el mundo sepa a través de Internet, todo lo que he tenido que pasar, siendo ciego y lo que me falta cuando me hagan el juicio”

 

 Manzanillo, 4 de febrero de 2010.

 

 

Sucesos narrados por la comunicadora comunitaria Tania de la Torre Montesinos

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