Aún no habían pasado 24 horas y las mismas en un grupo más reducido, fueron interceptadas en Galiano y Neptuno, pero éstas contra todo un arsenal de tropas vestidas de civil avanzaron hasta la casa de Laura Pollán, donde en la entrada fueron golpeadas al igual que un periodista independiente.
Resulta irónico que agentes de la Seguridad del Estado dijeran que ellos no eran los que habían movilizado a las Brigadas de Respuesta Rápida.
¿Por qué? Un día antes ese mismo pueblo a menos de un kilómetro de distancia no repudió esta marcha cuando pasaron por una de las esquinas más céntricas de Cuba “L y 23” en el Vedado. Y ¿Por qué la policía política no tomó cartas en el asunto para evitar que se agredieran a las Damas de Blanco?
Un gobierno que alardea de ser el mejor defensor de los Derechos Humanos y que se lo exige a todos los países del mundo, no es capaz de exigírselo a sí mismo. Ningún pueblo debe levantarse en armas contra su propia nación.
Hotel Habana Libre, antiguo Habana Hilton ubicado en la calle L y 23 en el Vedado, municipio Plaza, Ciudad Habana
Ciudad Habana, 19 de diciembre de 2009.
Sucesos narrados por el comunicador comunitario Leonardo Hernández Camejo