viernes, 11 de septiembre de 2009

Suceso narrado por la comunicadora comunitaria Niurka Caridad Ortega Cruz

IMG_0826En la calle 108 entre 299 y 301, Reparto Calabazar, municipio Boyeros, había una fábrica de cerámica roja, con el nombre de “Raúl González Diego”, más conocido como “El Fusto”. El señor Rolando González González, ex trabajador de este centro y vecino de la misma cuadra, me comunica que en esta fábrica se producían: tejas, tuberías para aguas albañales y ladrillos, entre otras cosas. “Este centro –explica Rolando- lleva cerrado aproximadamente 7 años, por deuda con el Banco de 6 millones de pesos, el mismo fue vendido para pagarle al Banco. La fábrica la vendieron a la Dirección de Salud Pública para un taller de mecánica, pero lo tienen abandonado”.


“El cierre de esta fábrica afecto a la mayor parte de la población de esta comunidad, ya que aquí trabajaban mayormente las personas de poco nivel cultural, continuó diciendo. Yo fui uno de los afectados, siendo padre de una familia y sin tener otro sostén para mantenerlos. Nunca me han dado otra opción de trabajo, porque para todo piden 12 grado y a nadie le importa esta situación del pueblo”.




Ciudad Habana, 24 de agosto de 2009.