jueves, 9 de julio de 2009

Sucesos narrados por la comunicadora comunitaria Georgina Noa Montes

Una brigada estatal acometió una obra de reconstrucción en el año 2005, para evitar el desbordamiento de un rio en el reparto Santa Amalia del municipio capitalino Arroyo Naranjo, según vecinos de la comunidad.
Esta zona tradicionalmente se inunda con las lluvias, pues linda en el río Orengo, que se desborda. En mayo de 2005, la brigada Blas Roca demolió el puente que existía y ensanchó la calle. Luego se marchó, no sin antes aclarar que otra brigada haría los arreglos de la nueva calle y levantaría el puente. Todavía la están esperando
Y al estar rota la calle a la mitad, siempre que llueve ésta se ensancha cada vez más, pues el agua que corre va desprendiendo la tierra de la orilla, poniendo en peligro las casas que están próximas al rio, y las vidas de los moradores. Los vecinos viven indignados porque ya llevan esperando dos años. Mientras tanto, la calle esta dividida.
Primero dijeron que se reconstruiría el puente, después que se haría un paso peatonal, “pero lo cierto es que todo ha quedado en palabras”. Señala Mayra Bermúdez, que reside en el #159 de San Miguel e/ Santa Isabel y Alvarado, y que en el año 2007 envió una denuncia firmada por 14 personas más, al periódico Juventud Rebelde. “Ya estamos en temporada ciclónica, y la vida de muchas personas esta en riesgo”.
Hemos llegado al año 2009 y todavía la situación sigue sin ser resuelta. Comprobó esta comunicadora.


No da solución alguna el Poder Popular en el municipio de Arroyo Naranjo, a la tupición y desbordamiento de aguas potables y albañales que existe en una comunidad enclavada dentro del propio municipio.
En calle 1ra. entre Calzada de Bejucal y A, en el reparto Rosario, Arroyo Naranjo existe una ciudadela que colinda a ambos lados con casas habitadas, por estar construida hace muchos años, sus sistemas hidráulicos y albañales ya no son los mejores; esto trae como consecuencias que existan roturas en las tuberías de las instalaciones sanitarias y de aguas potables, provocando así la existencia de tupición y desbordamiento en sus sistemas.
En este reparto no hay agua todos los días, pues los encargados del servicio de acueducto abren sus válvulas un día si y uno no. Marjore Moreno es vecina de Calle 1ra. No.24 entre Calzada de Bejucal y A, en el mismo reparto y al respecto comentaba: “La calle 1ra. es pendiente, mi domicilio colinda con la ciudadela por su parte izquierda en bajada, después de la misma. Producto de las roturas en las tuberías particulares de cada casa, las mismas tienen salidero provocando filtración en los pisos y el agua va a parar a la tierra y por ende al pasillo lateral de mi casa. También existen roturas y salideros de los desagües albañales provocando tupición, la unión de las dos aguas y la consiguiente contaminación de las mismas, con riesgo para la salud de muchos vecinos. Detrás de mi vivienda viven mi tío y mis primas, una tiene un hijo menor de edad y la otra está embarazada, este pasillo lateral a su vez, hace las veces de entrada a la de ellos. Cuando abren las válvulas del acueducto provocan que se inunde el mismo, la humedad de las casas aledañas, la fetidez es insoportable y se hace imposible la entrada de su hogar, pero además corren el riesgo de caer en esa infección y como consecuencias peligro para la vida. Se le ha comunicado por parte de varios vecinos de los alrededores e incluyendo mi familia al Delegado del Poder Popular de la circunscripción, pero éste no ha dado respuesta alguna y por supuesto mucho menos solución.” Concluyo la fuente.