jueves, 9 de julio de 2009

Sucesos narrados por el comunicador comunitario Luis García Vega


En el Municipio Arroyo Naranjo, militantes del PCC (Partido Comunista de Cuba) visitan casas de residentes morosos en el pago de los efectos electro domésticos.

Estos militantes han sido designados por la Dirección Municipal del PCC para realizar esa actividad porque el trabajo que hicieron los trabajadores sociales fue muy malo.

Según declara una vecina -que prefiere permanecer en el anonimato- que fue visitada y, por una militante del PCC, el Municipio Arroyo Naranjo tiene una deuda de millones de pesos por la cantidad elevada de residentes, que no ha pagado ningún electrodoméstico y agregó, que hasta los policías y militares se niegan a pagar los efectos eléctricos para el hogar que distribuyeron a crédito.

Ciudad de La Habana, 22 de junio de 2009.


En la tienda “La Caribeña”, sita en Concha y Luyanó,

barriada de Luyanó, encontraron a un individuo, prófugo de la justicia, calificación dada por la policía; residiendo entre el falso techo y el techo de la tienda.

En el Centro Comercial, se habían cometido varios robos y pérdidas de artículos de vestir y calzado.

Una ex cajera, nombrada Sara –quien refirió el hecho- fue sancionada con separación del puesto de trabajo, por estos sucesos. Actualmente a la luz de los nuevos hechos se revisa la sentencia de separación del cargo de esta trabajadora.




En la cafetería En la cafetería de La Palma, sita en Calzada de Managua, pedí una libra de queso fundido y pagué los 20 pesos moneda nacional. Al llegar a la casa, pesé lo comprado y faltaba un cuarto de libra casi. Regresé y pedí ver al administrador y dijeron que no estaba. Entonces, dije que al queso despachado le faltaba peso para 1 libra y lo pesaron en la misma balanza. Pero como llevé una balanza de mano mía, lo pesé y les demostré el faltante. Un empleado, el mismo que lo despachó se negó a completar la libra. Ante mi respuesta que los acusaría a todos, por robarme descaradamente, en el Municipio de Gastronomía, una empleada me despachó lo que faltaba, pues ella dijo que no quería líos con ella, eso era cuestión del dependiente. Pregunté el nombre del que me despachó y se negaron a dármelo. En la misma cafetería, venden barras de turrón de maní pequeñas al precio de 6 pesos, en lugar de 3, cuando las que valen ese precio son las que traen casi el doble de tamaño.
De igual forma en la dulcería Sylvain, sita en Calzada de Managua y Calzada de Bejucal, el pan que venden a los clientes es viejo y solamente hay dos tipos de pan en venta. Cuando reclamé a la empleada sobre el problema, me contestó que era de hacía dos días, porque no entraba pan debido a que los hornos eléctricos funcionan menos tiempo por causa del ahorro de energía. Razón por la que no hay pan fresco ni dulces diariamente.